Mandaron [los capitulares] al señor raçionero francisco lopez mayordomo de la fabrica que de veinte ducados de oro que son syete mill e quinientos maravedises a los menestriles altos que son sacabuches e chirimias e tronpetas e atabales e tanborinos.
De las fiestas hordinarias que se hazen la justa es la mas galana y mas hermosa y mas vizarra […] las diuisas, dibersas las trompetas, menistriles, y atabales.
Mas no cesso por eso el rregozijo y con las lagrimas en los ojos. y tronpetas y atanbores y atabales y cascaueles en los cavallos regozijô la fiesta de la sobrina.
atabal. Por otra nombre dicho atambor o caxa, por ser una caxa redonda, cubierta de una parte y de otra con pieles rasas de bezerros, que comúnmente llamamos perganinos, al son de los quales el cmpo de mueve, o marchando o peleando […] y díxose atabal por el sonido que haze tocando, aunque en razón de la forma redonda podría ser nombre hebreo […] También sinifica los instrumentos de regozijo que se tocan a los juegos de cañas y fiestas. Éstos no tienen más que una haz y llevánlos en bestias […] Con los atabales andan juntas las trompetas, como con los atambores los pífaros, y uno y otro vocablo tiene un mesmo origen.
Atambor de guerra o caxa, vide supra atabal. Justo Lipsio, De militia Romana, lib. 4, dialog. 10, fol. mihi 315 refiere cómo algunas naciones han usado en la guerra de los tympanos, y un lugar de Menandro histórico que dize assí: Abari initio praelii statuerant exercitare mixtum quendam et ferum sonum, simulque cum barrita personare tympanis. Persuádese a que estos tímpanos de los ábaros, que otros llaman hunos, no eran como los que agora usamos en la guerra, porque les ponían dentro de las caxas campanillas, como hazen a los panderos. Ni estos atabales, ni los de los judíos, ni los que refiere Plutarco de los partos serían como las caxas de los atambores que oy día se usan en la guerra, con dos hazes y un sonido, que parece encienden los coraçones de los soldados para pelear; de manera que los demás que tienen una haz serán atabales o atabalillos, y los que tienen dos en plano, que son de plazer y regozoijo, que tañen las mugeres, se llaman panderos. Los atabalillos, a cuyo son bailan en las aldeas con el sonido de la flauta, tamboriles. Dirás dellos en sus lugares.
E el día de la dicha fiesta [de los reyes], los tronpetas e cherimías e cantores davan el alvorada, como los días de Pascua, a la puerta de la cámara donde durmía. E desque era tienpo, iba a misa de terçia[…] con los dichos tronpetas e cherimías. Los quales tocavan en la eglisia, a la proçesión, e quando sacavan la Verònica, e quando la adoravan, segund e en la manera que el día de Pascua […] Es desque avían comido, los maestresalas alçavanlas las mesas, e los cherimias e los otros instrumentos tañían, baxas e altas, e dançavan los que lo sabían fazer. Y después el señor contestable y la señora condesa dançavan un rato, e cantavan en cosaute […]
E a una ora de la noche [ceremonial de la fiesta de la Navidad], que para aquello algunos de los regidores e jurados e cavalleros e escuderos e mercadores e otros çibdadanos de la dicha çibdad eran venidos, los tronpetas e atabales e cherimías tocando delante del señor condestable, desçendía de arriba. E entrando en la dha sala, su merçed con los susodichos jugavan a los dados […] E venida la ora de maitines, en començando a tañer en la eglesia mayor, el dicho señor, con las señoras condesa e dona Guiomar e las otras señoras, ivan a la dicha iglesia mayor, los tronpetas e cherimías tocando delante […] E para esta noche mandava que se fiziese la Estoria del nasçimiento del nuestro señor e salvador Ihesucrissto e de los pastores en la dicha eglesia mayor, a los maitines, segund a la fiesta y nasçimiento de Dios, nustro señor, se requería e requiere. E acabado todo lo susodicho, su señoría, con las dichas señoras, los tronpetas e cherimías tocando, se bolvían a su posada […]
Venida el alva, otro día de Pascua [ceremonial de la fiesta de la Navidad], todos los tronpetas e atabales e cherimías e cantores, cada quales por sí, muy dulçemente tocando, davan el alvorada en esta manera: los tronpetas e atabales en el corredor de la sala de arriba, e los cherimías e cantores e otros istrumentos más suaves e duçes dentro, en la dicha sala, a la puerta de la cámara donde el dicho señor condestable durmía.
Y como tañían a misa de terçia [ceremonial de la fiesta de Navidad], su señoría, con las señoras dichas, se adereçavan muy onradamente e ivan a misa, aconpañados de todos los gentiles onbres de su casa e de la dicha çibdad, con munchos tronpetas e cheremías e locos e otros ofiçiales, que a la sazón no falleçían. Los quales tronpetas e cherimías tocavan a tienpos, así al tiempo que andava la proçesión como al alçar del Cuerpo de nuestro señor Dios; e aun, así mesmo quando el preste salía a dezir la misa. La qual acabada, el señor condestable, con las dichas señoras, se bolvían a palaçio en la orden que avían ido. E venidos, entrávanse en la sala de abaxo, donde estava aparajado la mesa e aparador de plata para comer. E venido el tienpo de comer, asentávase a la mesa e traíen el manjar, con los tronpetas e atabales e cherimías tocando e tañiendo delante. Y así fazían a la copa e a cada manjar que traían […]
E a la noche [de la fiesta de Navidad], venido el tienpo del çenar, con las señoras ya dichas desçendíase a la sala de abaxo, con los tronpetas e atabales e chirimías tocando e tañiendo delante, donde todas las cosas estavan adereçadas para la dicha çena[…] Y desque avían çenado, los dichos cherimías e otros instrumentos tocavan. baxas e altas; e dançavan los gentiles onbres e pajes; e depués, el [p132] señor condestable, así mesmo, con la señora condesa, e sus hermanos el comendador de Montizón e doña Juana, e las otras damas; e luego cantavan rondeles e cosantes […]
El segundo día de Pascua [de Navidad], que es la fiesta de Sant Estevan, y el terçero y quarto, que son días de Sant Juan Apóstol y Evangelista e de los Inoçentes, por la mañana, todos los tronpetas y atabales, cherimías e cantores, davan así mesmo el alvorada, por la orden que el día pasado.
E este dicho día, su señoría, con todas las señoras, iva a misa de terçia a la iglesia mayor, los tronpetas e chirimías delante tañendo. E acabada la misa, se venía a palaçio en la orden que avía ido. Y entrávase en la dicha sala de abaxo, donde estavan aparejadas las mesas e apáradores de plata, para él e para todos los conbidados […] E traían de comer, con los tronpetas e atabales e chirimías tocando delante; e así a cada manjar e la copa […] E acabado que avían comido, cada uno de los dichos maestresalas fazían alçar los vancos e mesas […] E los porteros guardavan la puerta de la dicha sala que non entrasen ningunos; e esto fecho, los chirimías e los otros instrumentos tañían baxas e altas, e començavan a dançar con la señora condesa, e el comendador de Montizón con doña Juana e las otras damas. E desque avían dançado una ora o más mandava que cantasen rondeles e cosantes, en los quales él y la señora condeas, y las otras damas y los señores de la iglesia mayor e todos los conbidados andavan […]
Y desque estavan en punto, cavalgavan todos a la guisa en sus cavallos de la brida e muy bien guarneçidos, sus lanças en los muslos. E venían de dos en dos muy bien ordenados; los tronpetas e atabales e cheremías tocando e tañiendo delante […]
Domingo de Pascua Florida, por la mañana, iva [el condestable] a maitines a la iglesia mayor; e acabados los maitines, viníese a dormir. E venida el alva, los tronpetas e atabales e chirimías e cantores dávanle el alvorada a la puerta de su cámara. E así los otros dos días de Pascua, como la Navidad. E desque tañían a misa de terçia, iva con las dichas señoras a misa a la iglesia mayor […] El día de Pascua del Espíritu Santo, así mesmo, los tronpetas e atabales, cheremías e cantores, davan el alvorada en la puerta de la cámara del senor condestable.
E [dìa de Pascua del Espíritu Santo] iva [el condestable] a la dicha Fuente de la Peña en esta manera: primeramente, todos los maestresalas e los ministreles de gaitas ivan en la delantera, tañiendo acompañados de todos los niños de la dicha çibdad, que a esta fiesta se ayuntavan allì; en pos de los quales iva un atabalero, con los atabales e las cherimías de la çibdad, en el tañer acordados; e en pos dellos ivan diez de cavallo, de dos en dos, en muy ordenada manera; e en pos dellos ivan todos los otros atabaleros, muy acomodadamente tocando, con los quales ivan veinte cavalleros, de dos en dos, como dicho es; e tras los dichos atabales e cavalleros ivan todos los tronpetas bastardas e italianas de su señoría; e en pos dellos treinta cavalleros, pareados, en muy gentil orden en la dicha forma, luego iva el señor condestable, aconmpañado de todos los otros cavalleors de la çibdad; e delante dél ivan sus ministreles, tañiendo las chirimías e duçainas.
atabal,m. Certain tambour de guerre, que l'on porte à cheval, dont la caisse est de cuivre ou laiton,,& n'a de peau que d'un costé; on en use en Allemagne & en Turquie, il s'appelle aussi vulgairement atabale; c'est aussi le tambour ordinaire.
adufe, atabal, pandero,m. Tabourin, ou espece d'instrument à faire bruit, comme portent les Maures: les Allemands à cheval ont les atabales: les Basques ont le Pandero : le Tambour dont usent les François, & autres nations de l'Europe, s'appelle atambor.
[A Dios] cantaron alaba[n]ças co[n] melodia de vozes. y de flautas y de vihuelas. siguiendo la doctrina del real propheta, que en las postreras palabras del psalmo. 100. dize, Load al Señor con atabales, y con choros, loalde con instrumentos de cuerdas y con organos, loalde con campanas de buen sonido, co[n] campanas de alegria.
[…] den e paguen a los menestriles e atabales lo que se han ocupado el domingo veinte e dos del presente […] lo que se convenieron [los capitulares] con los dichos menestriles e atabales e trompetas se lo den de la fábrica.
La primera manera d[e] musica se llama frigia o bachica: q[ue] se puede llamar acerca de nosotros furiosa: por la propriedad q[ue] tiene d[e] ynflamar y encender los coraçones en furia e yra: dandoles esfuerço para que denodadamente acometan los peligros de las batallas: y desta musica se vsa en las tro[m]petas y atabales: en las chirimias y sacabuches: en los atambores e pifaros: en los clarines y dulçaynas / de q[ue] se vsa en la guerra.
E el día de la dicha fiesta [de los reyes], los tronpetas e cherimías e cantores davan el alvorada, como los días de Pascua, a la puerta de la cámara donde durmía. E desque era tienpo, iba a misa de terçia[…] con los dichos tronpetas e cherimías. Los quales tocavan en la eglisia, a la proçesión, e quando sacavan la Verònica, e quando la adoravan, segund e en la manera que el día de Pascua […] Es desque avían comido, los maestresalas alçavanlas las mesas, e los cherimias e los otros instrumentos tañían, baxas e altas, e dançavan los que lo sabían fazer. Y después el señor contestable y la señora condesa dançavan un rato, e cantavan en cosaute […]
[…] den e paguen a los menestriles e atabales lo que se han ocupado el domingo veinte e dos del presente […] lo que se convenieron [los capitulares] con los dichos menestriles e atabales e trompetas se lo den de la fábrica.
Mandaron [los capitulares] al señor raçionero francisco lopez mayordomo de la fabrica que de veinte ducados de oro que son syete mill e quinientos maravedises a los menestriles altos que son sacabuches e chirimias e tronpetas e atabales e tanborinos.
atabal. Por otra nombre dicho atambor o caxa, por ser una caxa redonda, cubierta de una parte y de otra con pieles rasas de bezerros, que comúnmente llamamos perganinos, al son de los quales el cmpo de mueve, o marchando o peleando […] y díxose atabal por el sonido que haze tocando, aunque en razón de la forma redonda podría ser nombre hebreo […] También sinifica los instrumentos de regozijo que se tocan a los juegos de cañas y fiestas. Éstos no tienen más que una haz y llevánlos en bestias […] Con los atabales andan juntas las trompetas, como con los atambores los pífaros, y uno y otro vocablo tiene un mesmo origen.
Atambor de guerra o caxa, vide supra atabal. Justo Lipsio, De militia Romana, lib. 4, dialog. 10, fol. mihi 315 refiere cómo algunas naciones han usado en la guerra de los tympanos, y un lugar de Menandro histórico que dize assí: Abari initio praelii statuerant exercitare mixtum quendam et ferum sonum, simulque cum barrita personare tympanis. Persuádese a que estos tímpanos de los ábaros, que otros llaman hunos, no eran como los que agora usamos en la guerra, porque les ponían dentro de las caxas campanillas, como hazen a los panderos. Ni estos atabales, ni los de los judíos, ni los que refiere Plutarco de los partos serían como las caxas de los atambores que oy día se usan en la guerra, con dos hazes y un sonido, que parece encienden los coraçones de los soldados para pelear; de manera que los demás que tienen una haz serán atabales o atabalillos, y los que tienen dos en plano, que son de plazer y regozoijo, que tañen las mugeres, se llaman panderos. Los atabalillos, a cuyo son bailan en las aldeas con el sonido de la flauta, tamboriles. Dirás dellos en sus lugares.
Solamente reçitaré cómo la noche de la dicha fiesta de los Reyes el dicho señor Condestable mandó correr la sortija, delante de su posada, e por tal que la dicha fiesta mayor autoridad e onor reçibiese, él por sy mismo salió a la correr, aconpañado de muchos cavalleros e gentiles onbres, bien a tres oras de la noche, con muchas antorchas e tronpetas e atabales, e mandó poner çiertas sedas para que qualquier cavallero o gentil onbre que metiese la lança por la sortija ganase quatro varas de seda para un jubón.
Delante de los ya dichos pajes yva tan grand moltitud e ruydo de atabales, tronpetas bastardas e ytalianas, chirimías, tanborinos, panderos e locos, e ballesteros de maça, e otros ofiçiales de diversas maneras, que no avíe persona que una a otra oyr se pudiesen, por çerca e alto que en vno fablasen. Y entre los otros, yva una copla de tres ministreles de duçaynas, que muy dulçe e acordadamente sonavan. Los quales de la cámara del dicho Condestable fueron vestidos de jubones de muy fino terçiopelo azul, sobre los quales levavan ropas de muy gentil florentín verde, bien fechas; en sus cuellos muy lindos collares, bien obrados, de muy fina plata, e muy bien calçados.
E dicha la misa, bolviéronse a su posada, bien por aquella manera que primero avíen ydo, con tanta gente y estruendode tantas tronpetas y atabales, e los otros estormentos, que no paresçia syno que se vinye el mundo abaxo.
Y asy llegó al lugar do estava puesta la sortija, aconpañado de muchos cavalleros e tronpetas e atabales e chirimías e espingarderos e boses e gritos e muchas antorchas, con el mayor estruendo e roydo del mundo.
Y el dicho señor se retrayó a una cámara que está al otro cabo de la sala. Y dende a poco salió de la dicha cámara con dos pajes muy bien vestidos, con visajes e sus coronas en las cabeças, a la manera de los tres reyes magos, y sendas copas en las manos, con sus presentes. Y asy movió por la sala adelante, muy mucho paso e con muy gentil contenençia, mirando el estrella que los guiava, la qual yva por vn cordel que en la dicha sala estava. E asy llegó al cabo della, do la Virgen con su fijo estava, e ofresçió sus presentes con muy grant estruendo de tronpetas e atabales y otros estormentos. Y esto asy fecho, retrayóse a la dicha cámara, do salió vestido de otra manera. Y luego tocaron las chirimías e començó a dançar con la señora condesa e doña Juana, su hermana, e después otros gentiles onbres e pajes e donsellas, e desque ovyeron un rato dançado e baylado, troxieron la colaçión e retrayóse a dormyr.
Primeramente venían quatro pares de atabales e dies o dose tronpetas, e luego dose cavalleros en gentiles cavallos bien guarneçidos, con falsos visajes e vnas jaquetas cortas pardillas, de muy fino paño, coronadas las cabeças, sus lanças en las manos.
E a una ora de la noche [ceremonial de la fiesta de la Navidad], que para aquello algunos de los regidores e jurados e cavalleros e escuderos e mercadores e otros çibdadanos de la dicha çibdad eran venidos, los tronpetas e atabales e cherimías tocando delante del señor condestable, desçendía de arriba. E entrando en la dicha sala, su merçed con los susodichos jugavan a los dados […].
Venida el alva, otro día de Pascua [ceremonial de la fiesta de la Navidad], todos los tronpetas e atabales e cherimías e cantores, cada quales por sy, muy dulçemente tocando, davan el alvorada en esta manera: los tronpetas e atabales en el corredor de la sala de arriba, e los cherimías e cantores e otros ystrumentos más suaves e duçes dentro, en la dicha sala, a la puerta de la cámara donde el dicho señor condestable durmía.
Y como tañían a misa de terçia [ceremonial de la fiesta de Navidad], su señoría, con las señoras dichas, se adereçavan muy onradamente e yvan a misa, aconpañados de todos los gentiles onbres de su casa e de la dicha çibdad, con munchos tronpetas e cherimías e locos e otros ofiçiales, que a la sasón no falleçían. Los quales tronpetas e cherimías tocavan a tienpos, así al tiempo que andava la proçesión como al alçar del Cuerpo de nuestro señor Dios; e aun asy mesmo quando el preste salía a dezir la misa. La qual acabada, el señor condestable, con las dichas señoras, se bolvían a palaçio en la orden que avían ydo. E venidos entrávanse en la sala de abaxo, donde estava aparejado la mesa e aparador de plata para comer. E venido el tienpo de comer, asentávase a la mesa e trayen el manjar, con los tronpetas e atabales e cherimías tocando e tañiendo delante. Y asy fasían a la copa e a cada manjar que trayan […]
E a la noche [de la fiesta de Navidad], venido el tienpo del çenar, con las señoras ya dichas desçendíase a la sala de abaxo, con los tronpetas e atabales e chirimías tocando e tañiendo delante, donde todas las cosas estavan adereçadas para la dicha çena […].
El segundo día de Pascua [de Navidad], que es la fiesta de Sant Estevan, y el terçero y quarto, que son días de Sant Juan Apóstol y Evangelista e de los Ynoçentes por la mañana, todos los tronpetas y atabales, cherimías e cantores, davan asy mesmo el alvorada por la orden que el día pasado. E el dicho señor yva a misa con las dichas señoras. E en estos días avía algunos conbidados de los cavalleros e dueñas de la çibdad, y fasíanse todas las cosas, asy en yr y venyr a la yglesia como en el serviçio de la mesa y en el dançar e cantar e dar las colaçiones, e en todas las otras cosas, por la orden e manera quel primero día de Pascua; salvo que en las noches avía momos y personajes.
E después todos los capellanes e sacristanes se asentavan en la orden y manera que se acosunbrava asentar en sus cabildos e traían de comer con los tronpetas e atabales e cherimías tocando delante, e asy a cada manjar e la copa […].
E luego trayan de comer con los tronpetas e atabales e cherimías, como en las otras fiestas. E desque todos los maestresalas, uno en pos de otro, benían a la dicha sala con el aguamanos, levantávanse todos en pie, e sus capellanes bendisían la mesa. E asy mesmo en fin de comer. E desque avían comido, los maestresalas alçavanlas las mesas, e los cherimías e los otros ynstrumentos tañían, baxas e altas, e dançavan los que lo sabían faser. Y después el señor condestable y la señora condesa dançavan un rato, e cantavan en cosante, como ya otras veses es dicho. Y después de la colaçión, subíase arriba con las dichas señoras, y dende a poco yva a bísperas.
Y desque estavan en punto, cavalgavan todos a la guisa en sus cavallos de la brida e muy bien guarneçidos, sus lanças en los muslos. E venían de dos en dos muy bien ordenados, los tronpetas e atabales e cheremías tocando e tañiendo delante […].
Domingo de Pascua florida, por la mañana, yva [el condestable] a maytines a la yglesia mayor; e acabados los maytines, viníese a dormir. E venida el alva, los tronpetas e atabales e chirimías e cantores dávanle el alvorada a la puerta de su cámara. E asy los otros dos días de Pascua, como la de Navidad. E desque tañían a misa de terçia, yva con las dichas señoras a misa a la yglesia mayor, con los dichos tronpetas e cherimías […].
El qual prestamente venía de la Madalena, aconpañado de los dichos ortelanos, los quales trayan sus paveses e capotes vestidos, e puestas las capillas para el conbate, e algunos dellos e los espingarderos dentro en el dicho castillo, para lo defender, con los tronpetas e atabales tocando delante. E venían dando muchas gritas, e faciendo muy grande roydo; e los espingarderos faciendo muchos tiros [...].
El día de Pascua del Espíritu Santo, asy mesmo, los tronpetas e atabales, cherimías e cantores, davan el alvorada en la puerta de la cámara del señor Condestable, el qual con las señoras yva a misa de terçia, e se syrvía la mesa con las çirimonias de las otras pascuas. E asy todas las otras cosas en aquella misma manera [...].
E acabadas las bísperas, el señor Condestable cavalgava en un gentil cavallo de la gineta, con un muy rico jaez, e los señores de la yglesia mayor asymismo, que ya tenían allí prestas sus mulas, e asy todos los otros cavalleros e escuderos e otras gentes, e yva [el Condestable] a la dicha Fuente de la Peña en esta manera: Primeramente, todos los maestresalas e los ministreles de gaytas yvan en la delantera, tañiendo, aconpañados de todos los niños de la dicha çibdad, que a esta fiesta se ayuntavan allí; en pos de los quales yva un atabalero, con los atabales e las cherimías de la çibdad en el tañer acordados; e en pos dellos yvan dies de cavallo, de dos en dos, en muy ordenada manera. E en pos dellos yvan todos los otros atabaleros muy acomodadamente tocando con los quales yban veynte cavalleros, de dos en dos, como dicho es. E tras los dichos atabales e cavalleros yvan todos los tronpetas bastardas e ytalianas de su señoría, e en pos dellos treynta cavalleros, pareados en muy gentil orden segund dicho es. E salidas las tronpetas con los cavalleros en la dicha forma, luego yva el señor Condestable aconpañado de todos los otros cavalleros de la çibdad, e delante del yban sus ministreles tañiendo las chirimías e duçaynas [...].
Y dende, a la puerta de Baeça e por la calle que va a Sant Pedro e de allí a Sant Bartolomé, fasta palaçio donde los tronpetas e atabales e ministreles e cantores, con muy grande estruendo, tocavan e tañían e cantavan, fasta quel dicho señor se retraya a su cámara. E otro día, martes, avía algunos conbidados, e se fasían todas las otras cosas a la mañana e a la noche en la orden que en los otros días de las fiestas susodichas se acostunbrava faser.
E luego [día de San Juan Bautista], los tronpetas bastardos e ytalianos, cavalgando en sus cavallos, e los atabaleros en sus mulas en ordenada manera tocando, dos oras antes que amanesçiese, davan una buelta por la çibdad, eçitando o recordando los cavalleros a cavalgar; de donde bolviendo a la dicha puerta de palaçio, estavan tañiendo fasta quel dicho señor Condestable se levantava y cavalgava media ora antes que amanesçiese, muy gentilmente vestido y tocado a la morisca, en un byen lindo cavallo de la gineta arreado de un rico jaes dorado, con un paje en pos de sy en otro cavallo enjaesado de otro rico jaes dorado. E con los cavalleros que fasta aquella ora se avían recogido e le estavan aguardando a la puerta de su posada, e con los dichos tronpetas y atabales tañiendo delante, salía por la puerta de Santa María. E tomando el camino del río, con todos los dichos cavalleros, se enrramava de muchas flores y ramos.