El qual prestamente venía de la Madalena, aconpañado de los dichos ortelanos, los quales trayan sus paveses e capotes vestidos, e puestas las capillas para el conbate, e algunos dellos e los espingarderos dentro en el dicho castillo, para lo defender, con los tronpetas e atabales tocando delante. E venían dando muchas gritas, e faciendo muy grande roydo; e los espingarderos faciendo muchos tiros [...].