JULIO: [...] Ya de su voz no tienen/que dulcemente imiten/los arroyos pasajes,/los ruiseñores tiples./[...]/Levantan las cabezas/las focas y delfines/a las amargas voces/de mis acentos tristes/[...]/Ya mi amado instrumento,/que hazañas invencibles/cantó por admirables,/lloró por infelices/en estos verdes sauces/ayer pedazos hice./[...]/Cuál toma los fragmentos/y a unirlos se apercibe_/pero, difunto el dueño,/las cuerdas, ¿de qué sirven?/[...]