Después sanct Ambrosio, [...] viendo que el canto lano assí como está es cosa muy dura y desagraciada, inuentó otra menor diuisión de figuras. Y con aquellas menores figuras entre las maiores ordenó tal melodía o illuminación de sones, con que el canto lano pareciesse más dulce cantando, como paresce en las cantorías de la missa mosarue [|sic] antiquíssimas en Toledo en su yglesia.