[...] en conclusion no ay genero de ge[n]te a quie[n] la musica no agrade, y como dice Pindaro, los aborrescidos de Dios esos son los que no huelgan con ella, y assi lo estaua Saul, quando tiro la lanza a Dauid, y si toda via queda alguno que no guste de la Musica, bien sera que sepa el nombre q[ue] tiene en el prouerbio latino, en el qual queriendo notar a vno por incapaz de entender cosa de ingenio, le llamamos asno a la vihuela, como si dixesemos que aun de los animales brutos ninguno ay sino este que de la musica no guste [...].
[...] y la fabula se lo dize, en que Ysopo quenta quan mal juez fue en la sentencia que dio contra el Ruyseñor, en favor del cueruo: de donde aun se puede conocer la musica mas larga jurisdicion, por donde se estiende que son los animales y aues y peces en muchos de los quales es bastante el instinto natural a conocer y sentir esta suauidad de que podriamos traer artos exemplos, y muchos dellos notorios, como el Delfin que recibio a Arion echado de la Nao, y le saco a puerto, tomando por paga y flete de su nauegacion la musica que le oya.
Los cieruos se van tras las flautas de los pastores, los elefantes se amansan con la musica, a los animales de carga con cascauales [sic por cascaueles] y campanillas, les ayudan a lleuar el trabajo del camino las aues no solo la sienten: pero algunas, como es notorio, la professan, y dexado a parte lo que se vee y admira con el Ruyseñor, y Plinio del cuenta, es de notar lo que Plutarcho refiere de vn tordo, que por el cantar era estimado en mucho, y auiendo oydo vna muy buena musica en el aposento donde estaua, no canto el en aquellos cinco dias siguientes, y se penso que de atronado auia enmudecido y al cabo dellos salio contrahaziendo aquella misma musica que auia oydo, [...]
[...] pero no dejare de dezir, que el origen de las ciudades y republicas se deue a la musica, antes de la qual los hombres viuian como bestias, desparcidos por los montes sin ley orden ni policia: y el primero que los començo a co[n]gregar fue Orpheo, tras cuya musica se yuan todos, y esto dio ocasion a los poetas de fingir que lleuaua tras si los animales y arboles, por auer co[n] su dulce entretenimiento domesticado y ablandado aquella rusticidad y rigor de los primeros hombres que estauan como brutos, y aun como insensibles troncos: sin trato ni comunicacion alguna: esta fue el añagaza que los saco de las cueuas donde viuian como bestias y de entre los arboles y seluas, y les dio gusto y voluntad de viuir en vno y deffenderse vnos a otros.
Gano con esto la Musica tanta honrra, que mouidos de embidia los Retoricos se la pretendieron vsurpar, y con sus acostumbradas labias y persuasiones, metiendo lo abarato, y torciendo el verdadero sentido desta figura, dixeron que su arte era la que auia obrado esto, y assi se jacta dello Ciceron.
[...] y como si dixessemos niñez del genero humano, no huuo eloquencia, ni se ente[n]dio, ni conocio, sino q[ue] por medio de la Musica: cuyos effectos obraron en la tierna edad, como arriba diximos se ablandaron los hombres, y començo a entrar en ellos la humanidad y amor; y a q[ue]rer ser regidos y gouernados por razon y viuir en ciudad con leyes y concierto.
Polibio escriue que en Arcadia hasta treynta años no vsauan los hombres otra arte sino la Musica, y de aqui tuuieron origen las Eglogas pastoriles en muchos lugares celebra Homero padre de la antiguedad las prerrogatiuas desta arte, y por lo que en el libro diez y ocho de la Odissea dize en persona de Eumeo se entiende claro, que solas quatro artes auia en aquel tiempo, que por ser vtiles a la ciudad procurauan traer a ellas los que las sabian, y no otro ningun hombre estrangero. Y nombrando simplemente los tres, el Propheta Medico y Architecto dize al cabo y el diuino cantor que deleyta con su canto, assi que sin dubda es grande la obligacion que la republica tiene a esta arte mas que a ninguna de las otras.
Pero porque toda comparacio[n] les es odiosa, dexare aparte muchas que de sus ventajas se pudieran dezir, y sera justo dar ya fin a lo que toca a sus alabanças, no porque ayamos dicho alguna razonable parte de lo que dellas se pudiera dezir, sino antes porque se offrescen tantas cosas juntas, que si queremos dar entrada, a mas, no podremos detener el tropel y concurso que dellas cargara y auremos de hazer libro en lugar de prefacion, y porque entre otras excelencias, tiene tambien la Musica, el ser enemiga de parleros, y poner silencio donde entra. Lo qual significan los latinos en vn probervio, que dize, que tiene que ver el Grajo con la vihuela.
[...] y concluyendo con esta parte dezir algo del instrumento Musico: para que principalmente se endereça esta obra, no metiendonos a considerar las consonancias y diuersidades de vozes que en el ay, y otras cosas que en esta razon se pudieran dezir, sino otras ventajas que a los de mas instrumentos tiene que son manifiestas, y claras, y cada vno facilmente entendera aunque no sepa Musica. Las quales me paresce que se pueden abreuiar en vna sola, y es que si del instrumento al arte puede auer alguna proporcion. O semeja[n]ça entre todos los instrumentos musicos ninguno ay que mayor la tenga a su arte, y con mas razon deua ser estimado della como de ordinario lo son de las madres, los hijos que mas les parecen.
Alabose en la Musica, el leuantar los spiritus a Dios, en contemplacion y assi el instrumento que mas esto obra es el organo, y con razon se puede dezir del lo que Sant Basilio dize, en loor del Psalterio, que el sonido de sus voces se encamina hazia arriba y no abaxo como los demas instrumentos, dando por esto a entender el effecto de la Musica en leuantar nuestros animos a Dios como hazia la muy aprouechada en este exercicio y en el vso deste instrumento.
Todos tratan del como de cosa antigua y no nueua a sus tiempos, y por co[n]cluir co[n] esto en la dignidad del no[m]bre no dexa de parescer el organo a la Musica pues como se dixo q[ue] de las musas se auia llamado musica por excele[n]cia, assi este instrume[n]to tiene el no[m]bre de organo, q[ue] en Griego quiere dezir instrumento, por aq[ue]lla figura de hablar en q[ue] llamamos la ciudad a Roma y el philosopho a Aristoteles dandoles el no[m]bre comu[n], por la excele[n]cia q[ue] tiene[n].
Esta alca[n]ça en tanto grado la musica, q[ue] aun q[ue] ha tenido grandes ingenios y abilidades en su profesion, son pocos los q[ue] en ella ha[n] tenido gran no[m]bre, y entre essos pocos se puede afirmar co[n] mucha verdad auerle merecido y conseguido mayor Antonio de Cabeço[n] auctor deste libro, de cuya fama, aun queda lleno el mu[n]do, y no se perdera jamas entre los q[ue] preciare[n] la musica fue natural de la montaña, y ciego desde muy niño, y no sin particualar prouide[n]cia de Dios, para q[ue] acresce[n]ta[n]dose la delicadeza del sentido del oyr, en lo q[ue] faltaua de la vista, y duplicandose en el aq[ue]lla potencia, quedase tan auentajada y subtil que alcançasse a lo que su gran ingenio comprehendia, y sosegoda [sic por sosegada] por otra parte la ymaginatiua de las especies visibles que la suelen inquietar estuuiesse atenta a la alta contemplacion de su estudio.
Y no estoruarse [=estoruar] las marauillosas obras, que para gloria y alabança de su criador, ordenaua, y por su mano tañia con tan gran admiracion de qua[n]tos le oya[n]: es Dios tan liberal en las recompensas que da por lo que a los hombres quita, que por el vsufructo de la vista corporal q[ue] quito a Antonio de Cabeçon, le dio una vista marauillosa del animo abriendole los ojos del entendimiento para alca[n]çar las subtilazas [sic por sutilezas] grandes desta arte y llegar en ella a donde hombre humano jamas llego; y bien se parescio auer rescibido este don, de su ingenio de mano de Dios, pues fue como origen y principio de vna singular virtud y christiandad, en que no menos se auentajo en su vida, que en las obras de su musica, siruiendo a nuestro señor no solo con el armonia della pero con aquella rara suerte de musica, que Socrates dezia, concordando sus buenas obras, con sus palabras sin caer en la reprehension que Diogenes haze a los musicos de su tiempo, que sabiendo templar las cuerdas, no sabian templar las passiones de su animo.
Loamos al principio desta prefacio[n] la Musica por mucho [=por lo mucho] que abraça y comprehende atribuyendo esto a su grandeza, en la qual le paresce este su instrumento que haze ventaja a todos los otros en quantidad y en grandeza de voz que es tal que fuera de los templos no puede proporcionarse a nuestros oydos ni sonar bien en aposentos de casas por grandes que sean y como diximos tambien que era la Musica vna arte dedicada a Dios y al culto diuino, mas particularmente que ninguna de las otras y quanto era qualificada por este respecto assi es el Organo vn instrumento, no solamente mas dedicado al culto diuino que los otros pero el que solo entre ellos de tal manera lo es que no se ocupa ni destrahe en otra ninguna cosa, y como el buen niño.
Para inteligencia y vso de la cifra deste libro, se ha de presuponer que el que quisiere poner las obras de el en Tecla, Harpa o Vihuela, ha de saber cantar y tener muy conocidos y en la memoria, los signos de la musica, significados en esta cifra, por las siete primeras letras de guarismo q[ue] corresponden a las siete letras de los signos, en esta manera, vno Fefaut. 2. Gesolreut. 3. Alamire. 4. Befabemi. 5. Cesolfaut. 6. Desolre. 7. Elami. Saluo que para distinguir los siete signos graues, aqui se comiençan a contar desde Fefaut de Retropoles. Las letras numerales van señaladas con vn rasguillo en esta forma. Y los siete agudos assi. Y los sobre agudos, co[n] vn puntillo a la parte de encima Desta manera. Si encima de los sobreagudos ubiere alguna obra, los numeros de los puntos que subiere se señalaran de mas del puntillo, con vna coma o señal, en esta forma. Y si de los graues baxaren mas abaxo los signos que fueren, se señalaran desta manera.
Item. que para la fiesta de Navidad se han de proveer villancicos y otras cosas de música, que el maestro ce capilla sea obligado de avisar a todos los cantores quince o veinte días antes […] para que vengan a proveerlas a la capilla encerrados, o en casa del maestro, si oviere aparejo, porque han de estar secretos fasta que se hayan de cantar.
Este día se leyó una petición de Joan Baptista de Medina, menestril desta iglesia, del tenor siguiente: […] y ansí don Diego de Córdoba, que es quien tiene cargo de la música, me escribió que Su Magestad mandaba que le fuese a servir de maestro de capilla de todos sus menestriles y me señaló un partido muy bueno.
Este día propuso el doctor Sierra […] que […] había hablado a Baptista de Medina, menestril desta iglesia […] que aunque por parte del rey nuestro señor era llamado para su capilla de menestriles con título de maestro de capilla dellos […] con todo esto […] teniendo atención a su habilidad y a la falta que haría a la música de menestriles desta iglesia, y para que la capílla de menestriles sea mejor servida, le dieron título y nombre de maestro de los menestriles della.
En este cabildo […] se trató en razón de la petición que dio Luis de Nao, que tañe rabel, en que suplicaba a Su Señoría le hiciese merced de veinte y dos ducados para pagar un bajón que había comprado para música.
[…] habiendo platicado sobrello y sobre la falta que hay en la música de los menestriles desta santa iglesia […] se resolvieron los capitulares] en que el señor canonigo Ventura de Lerma le escriba [Medina] de su parte, y no en nombre del cabildo, y se llegue aquí para que, venido, se trate con el y de orden que se quede en servicio de esta santa yglesia […].
Cada uno [de los examinadores] hizo relacion de su párecerm cponcluyendo todos ser eminentes y muy dignos de poder estar en las mayores iglesias de España, por ser entrambos a dos opositores, Pedro Jalón y Martín de Güete, organista y maestro de capilla de Viana, muy diestros en todo género de música de canto de órgano y composición, y asimismo en la tecla, y que así los graduaban igualmente en los actos que se habian examinado y que cualquiera de los dos podia su Señoria el cabildo elegir y nombrar para el servicio desta santa iglesia.
Sus mercedes platicando sobre los dos cantores Melchor Ruiz, tiple e Rodrigo Perez, thenor, sobre si los despidiran o no, sus merçedes acordaron que por quanto son neçesarios para la musica y canto de organo, sus merçedes agora de nuevo les tornan admitir al dicho ofiçio de cantores.
Entendido sobre la yndisposición de Joan Ruis, maestro de la capilla de la musica y aviendo visto su tanta dolencia y enfermedad complida y personas que lo han curado y visitado […] acordaron e mandaron, por quitar escrupulo y causa para con que se vaya a curar e procure su salud, de despedillo […] y […] que si la mesa capitular toviera con que le poder sustentar lo hizieran todos los dias que la viera [=viviera]….
Exercicio de vihuelas de arco. En este cabildo se mandó que Mendoça, ministril, tenga quenta de hazer exercitar la musica de vihuelas de arco y se le notifique a Bristol, Juan Nuñez….
Vihuelas de arco. Proveyóse en este cabildo que los moços que se nombraron para tañer los violones se queden con el salario que tienen con que todos los dias de trabaxo acudan despues de salido de las oras de la mañana a la capilla de Nuestra Señora a hazer exercicio de la dicha musica una ora y a el que faltare se le quite dos quartos por cada ora y vengan a tañer a el choro los dias de primera y segunda classe sin faltar dia […]
Yten les enseñe [el maestro de capilla] cantar canto llano canto de organo y contrapunto ansi sobre sobre canto llano como sobre canto de organo y les enseñe a conponer y las otras habilidades que para ser diestros musicos y cantores conviene.
198. Este dicho día el Cabildo dio 30 días de gracia al maestro de capilla para que se pueda ocupar de los villancicos y música que compone para la Navidad que viene.
162. Este dicho día el Cabildo cometió a los Srs. Comisarios del órgano grande que se hace, vayan viendo si el maestro de él cumple con su obligación y si van bien hechos y labrados los caños del órgano. 163. Gracia al maestro de capilla. Este dicho día el Cabildo dio 20 días de gracia al maestro de capilla no faltando a la música y poniendo persona suficiente en la escuela.
373. Comisión a los Srs. Arcediano de Medina y doctoral Barahona para averiguar lo que pasó en la escuela de cantar entre los músicos y los ministriles. Este dicho día sus mercedes dieron comisión a los Srs. Arcediano de Medina y doctor Barahona para averiguar las palabras descompuestas y malos tratamientos que ha habido en la escuela de música entre los cantores y ministriles de esta Sta. Iglesia y hagan relación en Cabildo de la culpa que contra ellos resulta que para ello les dieron comisión en forma.
1558. El dicho día se ordenó que de la tesorería se paguen 5 ducados a Pedro de Porras, ministril, por el libro de música que ha enviado para ministriles y el Cabildo ha recibido a la persona por que el dicho Porras los hubiere de haber.
Este dia [24/4/1559] sus m[e]r[ce]d[e]s hizieron gr]aci[a] y merced al abbad salinas organista de que no venga al coro a rresidir excepto el t[iem]po q[ue] aya organo, visto q[ue] en el por su deffecto de vista no haze falta ya q[ue] el t[iem]po emplea en estudiar en la musica q[ue] a de tañer.
Este dia [5/2/1554] sus m[e]r[ce]d[e]s tractaron si rrescribiran a los menestriles como en otro cabildo avian mandado viniessen y pues aviendo venido y tañido y parescieron ser habiles y musica tan autorizada para el serv[ici]o desta s[an]ta yg[lesi]a sus m[e]r[ce]d[e]s aviendo para ello echo llamar a los ss[ño]res ben[eficiad]os que no eran capitulantes […] votaro[n] sobre ello ansi señores capitulantes como no capitulantes y a todos parescio y fueron contentos q[ue] se rresciban […]
El Maestro de Capilla tiene obligacion (siempre que haya musica) a prevenir los libros para ello necesarios, y mandar poner facistor, y cuando fuere necesario mandara ansimismo traer con tiempo vela porque muchas vezes esta oscuro.
Todas las veces que el organo y ministriles hayan de responder y conformar con la musica del Coro tienen obligacion de consultar con tiempo al maestro de Capilla para que sepan que tono en que cosas y por donde han de tañer para que en todo se guarde [f370r] el orden y consonancia que se debe en la celebracion de los divinos oficios, y el Maestro esta obligado a advertìrselo siempre que le consultaren, con mas lo que viere conviene y es necesario,
Todas las veces que algun Canto llano ha de tener correspondencia con la musica ansi en el Nunc dimittis el dia de la Purificacion y los Kyries la feria cuarta sinerium, y Vexilla Regis el Sabado de la Dominica in pasione, y el Viernes Santo y el Vidi Aquam las Dominicas de Pascua, esta obligado el Sochantre a consultar el Tono con el Maestro de Capilla, y seguir el que le ordenare, y lo mismo cuando se canta en Canto de Organo el Asperges en las Dominicas per annum.
La solemnidad de musica de la primera clase tiene las cosas siguientes. La Capilla ha de responder en las primeras Visperas al Deus in adjutorium meum intende en Canto de Organo, y echar contrapunto suelto en la primera antifona ambas veces y de la misma manera a la antifona de la Magnificat antes y despues de ella. En algunas iglesias acostumbran echar contrapunto concertado en la primera antifona ambas veces (solamente a la entrada de la antifona) y de la misma manera a la antifona de la Magnificat.
[De la procesión del Santísimo Sacramento por la ciudad]. §1 En la solemnisima procesión del santísimo Sacramento desde la Capilla mayor y por la ciudad hasta que vuelve a la misma capilla mayor en toda la dicha procesión se cantan los himnos Pange lingua y Sacris solemnis de esta manera, un verso en Canto de órgano, segundo verso ministriles y el tercero verso en Canto llano y ansi alternando en todo el discurso de la procesión. §2. Organo pequeño. Ytem en los altares y estaciones de la procesión, en cada una de estas estaciones se ha de cantar el órgano pequeño que para este efecto se ha de llevar en toda la procesión […] §3. música y villancicos. Ansimesmo ha de llevar un villancico en cada una de estas estaciones lo cual se hará según y cómo lo ordenare y dispusiere el Maestro de Capilla a cuyo cargo está los villancicos y todo lo demás se ha de cantar y tañer con música en esta procesión. §4. Sochantre Canto llano. El Sochantre está obligado a tener cuidado del Canto llano, y en lo que hubiere correspondencia con la música de la Capilla ha de consultar el tono con el Maestro de Capilla. §5. Fin de la procesión. En la Capilla mayor al fin de la procesión se cantará un verso de los de Pange lingua en Canto de Organo y la Capilla ha de responder a los versillos, y despues de la oración al Benedicamus responden los ministriles y tañen un verso de Pange lingua y con esto se acaba el oficio de la procesión.
Y pues se quiere este tal Compositor mantener de los trabajos agenos, y asseytarse de los estudios que no son suyos y con ellos [p108] alcançar fama; y sustentarse en honra con lo que sobrò à otros, sera conveniente digamos prouerbialmente. Coruus relictis ab aquila cadaueribus vescetur . Otros hay, hijos de Orpheo y nietos de las Musas, los quales (por lo que ellos dizen) parece que à manera de vn manojo de olorosas flores, tengan en su mano, todas las partes de la Musica: pues ellos saben Cantar, Contrapuntar, Componer, Tañer, (no digo de campana) sino de tecla, de guitarra, de laud, de arpa, corneta, flauta, sacabuche, vihuela, violon, y aun de violon y de violaça. y finalmente de todo genero de instrumentos que Vs. Ms. mandaren.
Mas que diremos de vnos que no son Musicos mas que el asno, el qual juzgò por mas suaue el cantar del cuquillo, que el del ruyseñor; y los cuales tienen oydos que admiten dissonancias por consonancias y sufren golpes que no son proporciones musicales, y quieren
juzgar las obras de Musica? Claro es que el que cierto entiende, sabe, y vee la cosa lo puede dezir; pero el que no lo sabe porque lo dize? ¡...] El que no oyò sino golpes de atambures y sonidos de trompetas, mirad como juzgarà rectamente Musica de vozes ò de vihuelas, ò de tros eccelentes instrumentos? De la manera que no puede juzgar el pintor si no de sus imagines, el pastor de sus ouejas, el espadero de sus espadas; así el que no fuere Músico, no deue (ni puede) juzgar qual es buena ò mala Musica, ò qual es perfecta ò imperfecta composicion.
Mas digo, que si la gente ordinaria deprende algo de Musica, imaginando voy que no deprenda con el mesmo fin que los Italianos, mas solo por alcançar aquella plaça de 300. y aquella de 500. ducados. Quiero dezir que si no hubiera en España las buenas plaças y las grandes provisiones que ay, que tampoco entre esta gente se hallaran [p150-151] tantos Musicos, y tanto numero de Cantores como se hallan: pues vemos cada dia, que alcançado que tiene el Cantor, el Organista y el Maestro de Capilla vna plaça que sea buena, no tiene gana para estudiar mas, ò por dezir mejor no quiere procurar saver mas de lo que sabe.
La quinta causa [de que haya mas profesores de música en Italia que en España] es, pos las muchas comodidades que ay para deprender; porque en muchas ciudades de Italia ay vnas casas, que llaman Academias; deputadas solo para juntarse ay los Cantores, Tañedores y Musicos à hazer dos ò tres horas de exercicio, De ordinario aqui suelen acudir los Compositores mas nombrados del lugar, los quales despues de auer hecho prouar sus composiciones, y después de acabada la Musica acostumbran discurrir sobre alguna materia musical, diziendo cada uno su parezer son mucha concodia, y concluyendo sus disputas con prouecho de todos.
De mas desto añadieron en la Musica los bailes y danças, acompañandolos (que es lo peor) con muchas cosas demasiadas, y con vnos mouimientos menos que honestos; cantando palabras y materias indignas de vn animo virtuoso y noble, como vemos en estos nuestros infelices y desdichados tiempos. Adonde assi como la Musica primeramente era honesta, varonil y prouechosa: assi començo después degenerar de la primera forma que retenia, y perder su primera y severa gravedad; haziendose affeminada, lasciua, poco honesta. y muy dañosa à los amimos castos y virtuosos.
Assi prueua Boecio Romano la semejança que el hombre tiene con la Musica. Cierta experiencia (dize) tenemos, que el estado de nuestra anima y cuerpo, en alguna manera es compuesto de proporciones, con las cuales produze el hombre harmonicas modulaciones. El que canta ò tañe un Modo jocundo y alegre, no penseys que lo haze para [=porque] que la Musica le da alegria ( dize Papinio) si no para que el harmonía alegre que esta en el coraçon del que canta ò tañe, en alguna manera la produzga, con la cual se deleyte: lo mismo es del Cantor triste, que busca Modos proporcionados con su tristeza para despertarla. Musica mouet affectus, prouocat in diuersum habitum sensus , dize Ysidro Santo en el 2. des las Origines, Ninguno deue dudar que el estudio y desposicion de nuestro cuerpo y anima, no este en alguna manera compuesto de las proporciones harmonicas.
Todo esto he querido esciruir para[ue] vnos quebramaestros de nuestros tiempos tengan su licion, y deprendan no ser tan despeñaderos en componer, ni de ta[n] faciles à enlihar solfas, si quieren q[ue] sus memorias duren cerca de los amadores e inteligentes de la buena Musica: siendo que, aunque no es impossible, es alomenos difícil el hazer depresto cosa, que tenga en si qualque[r] rastro de perfeccion. No digo esto porque yo quiero del todo reprobar la promptitud y habilidad del componer de repe[n]te, quando no ay lugar para poder hazer las obras con tardanza y mucho estudio; si no para aduertir à los nueuos Compositores, se deleyten componer con mucho artificio: y quando dessearen de hacer cosa acabada (tuuiento tiempo) piensen y especulen alomenos vn dia antes de poner cosa ninguna en cartilla.
Que fue de tanto eccelentes Musicos y Compositores, que en vida espantaban oyentes, y los quales no dejaron nada debuxado por la gente venidera? passaron como trueno que suena mucho y dura poco. En que se tornaron sus primores? adonde fueron à parar sus nombres? en que se conuirtió su mucho saber? adonde fueron à parar sus altiuas imaginaciones?que se hizo de sus vanas singularidades? de que prouecho an [p181] sido sus trabajos y velas? Toda à sido de ningun provechos, todo se deshizo en nada, y todo parò y acabò en nada, y si ( conuienen en dezir assi) en menos que nada: oygan el proverbio; Fumi vmbra . [...] Digo otra vez que estos tales, luego que mueren apagan la luz de sus memorias, y entierran sus nombres en la sepultura del olvido. Cosa digna de compassion, que en subito mueran los secretzos de la Musica, y juntamente en vn soplo se pierda lo que costò quarenta o cinquenta años de trabajo y de continuos sudores. [...] Yo por mi parte humildemente ruego y muy de ueras suplico à los Musico[s] de España, que en esta materia escriuan copiosamente; primero por seruiucio de Dios, y después por honra suya dellos y reputacio[n] de toda España. Ansi yo lo hago, no como Musico, sino como hombre muy afficionado à Musica: y no tanto porq[ue] me precie de honrar mi nación, como por comunicar con el proximo lo que Dios me diò, à fin por este particular no sea yo castigado. Lo q[ue] en esta vida sembrare el hombre, cogera en la hora de la muerte. En el hymbierno siembra el labrador para coger el Agosto. El buen Christiano sembre [ sic ] en esta vida enseñando, para coger en la vida eterna, y hazer thesoro en el cielo
No piensen digo, sean vanidades nuestras estas que oydia vsan los Cantores en la Musica ecclesiastica, pues à tiempo de Guido se hazia otro tanto. De tal modo aborrezca lo que se vsaba, que para refrigerio de su espíritu y consolacion de su alma, dexó del todo la Musica de Canto de Organo, y diose al semplice Canto llano.