Y ninguno huuo tan loco, que no rindiesse sus fantasias, a la grandeza de ingenio, que en Antonio de Cabeçon se conocia. Lo qual se entendio assi no solo en España: pero en Flandes y en Italia, por donde anduuo siguiendo y siruiendo al catholico Rey don Philippe muestro señor de quien fue tambien [=tan bien] querido y estimado, quanto pudo ser hombre de su facultad de Rey ninguno, y aun en demostracion desto hizo sacar su retrato: y le tiene oy en dia en su Real palacio.