E acavado que avian comido, cada uno de los dichos maestresalas fasían alçar los vancos e mesas de que avían tenido cargo de servir, salvo los vancos que estavan puestos juntos con las paredes de la sala, en los quales vancos se asentavan todos los convidados. E los porteros guardavan la puerta de la dicha sala que non entrasen ningunos; e esto fecho, los chirimías e los otros ystrumentos tañían baxas e altas, e començavan a dançar los gentiles onbres e pajes. E dende a poco el señor Condestable salía a dançar con la señora condesa, e el comendador de Montizón con doña Juana e las otras damas.