[...] las causas porque no oymos la harmonía que hazen los cielos, es porque so se oyera, corrompiera y destruyera los oydos humanos [Cita a Plino]. Que como diga el Philosopho, que tan excelente puede ser van cosa que haga daño à su potencia (segun parece en el Sol) assi recibiria detrimento nuestro oydo, si el dicho sonido oyessemos.