Mas por quanto esta tal action deue tener su gouierno, por tanto mandaua Cayo Gracco mancebo Romano eloquente, todas las vezes que al pueblo platicasse, le tocasse vn esclauo a sus espaldas vna flauta quedito (segun Valerio Maximo) con cuyo sonido el tambien se gouernasse, leuantando vnas vezes el espiritu y deprimiendolo otras.
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