A cualquier cosa que los varones en algún arte enseñados quisieron no ligeramente comenzar, oh muy enseñado señor, fallaron alguna levada apropiada y consonante al ejercicio que después en la mayor y principal obra se debiese poner, donde más se limasen y apreciasen, así en el agudeza de la invención como en la disposición de la mano. Esto mayormente vemos mucho usar a los músicos, los cuales, después de temprado el laud o salterio, o órgano o chirimía o otro cualquier suave instrumento, tientan agudamente con los dedos algunos deleitables y breves pasos, por causa que den y pongan entero y cobdicioso el oído los que desean oír suavidades.