Boecio dize auer tres generos de hombres, / que en la Musica se exercita[n]. Unos tañen instrume[n] / tos, otros componen versos, y los terceros juzgan / la obra de los instrumentos, y la de los versos. To / do aquel que tañere instrumento, o cantare care / ciendo de la cierta intelligencia de los tales instru / mentos, o de las consonancias: sera dicho cantan / te, o tañente. Dize Andrea. El que tiene por pro / fessos en la Musica, si su entendimiento de la verda / dera intillegencia de ella caresce: aunque cante y / tanga bien, le negamos el nombre de musico. Esta / la sciencia de la Musica, testigo Augustino, sin el / vso de ella: y muchas vezes (segun vemos) donde / ay menor vso en el tañer de los instrumentos, y en el / cantar: ay mas ciencia, y mayor speculacio[n]. La li / gereza de los dedos en los q[ue] tañen, y la facilidad d[e]l / [fxxv] pronunciar los puntos en los que cantan: del vso, y / no del arte procede. A estos tales bien les conuie / ne el nombre de cantantes, y queda[n] bien pagados: / porque no passaron adelante. El segundo genero / de hombres que en este arte se exercitan son los poe / tas. Estos mas compone[n] por una lumbre natural, / o por distinto [sic, por instinto] de naturaleza: que por speculacion / de entendimiento. Este genero de hombres, dize / Boecio, que no deue gozar del nombre de musico. / Uerdad es, que el doctissimo Augustino entre los / musicos los cuenta: pues que entre la Musica tra / ta de poesia, como parte de Musica. Podemos de / zir, que el poeta no es musico artificial con Boecio: / y que es musico natural con Augustino. El terce / ro genero de hombres que en Musica tractan: es, / que tienen ciencia de juzgar entre las composicio / nes malas y buenas. Esto es proprio del arte de la / Musica: porque consiste en speculacion y razon.