[...] (Quod peluis aerea) porque la campana de metal. (Renocet mente vigilem) llame y despierte. (Ad superos) a los altos Dioses y a contemplar las cosas del Cielo: y por esto nos llaman a los officios Diuinos con el sonido de las campanas, para q[ue] nos despertemos a considerar las cosas altas, profundas y Diuinas. Siruen para despertar nuestro entendimiento, como el atambor, la trompeta, el pifano, y todos los demas instrumentos bellicos para despertar al buen soldado, y dar animo al que no es muy animoso. Y porque desto siruen las campanas, las ponen en las torres de las Iglesias. Con ellas hazen señal a missa, con ellas nos llaman a Sermon, y al sonido de ellas se leuantan los Religiosos a sus horas. Son ornamento muy grande, autorizan las fiestas, regozijan los pueblos, en los quales muchas vezes se tocan quando vienen enemigos, para que se aperciban a la defensa. Tocanse para los difuntos, para que con el sonido de ellas nos acordemos que auemos de morir, como el muerto, por quien se tocan. Con el sonido de ellas se deshazen los ñublados dañosos, se juntan [a] apagar los incendios y fuegos que suceden.