Entre todas las obseruaciones quando se compone [un tiento], en particular conuiene tener cuenta de hazerlo de manera, que se pueda tañer con instrumento de tecla, sin perder punto dello y sin desacomodidad de las manos: que faltando esto, valdrà muy poco; pues el Organista no se podra seruir del. Que el Tiento no se haze à otro fin si no para tañerle: y assi hallanse muchos dellos que son muy singulares para tañer y nada ò poco valen para cantar; aunque esten llenos de nueuas inuenciones, y de mil lindezas estraordinarias. En quanto á las Clausulas se siruen de las mismas de los Motetes y Missas, segun fuere el Tono. Finalmente digo, se hazen sin palabras, porque (como dicho es) no siruen sino para tañer. Quien dessea ver Tientos ò ricercarios bien ordenados, vea los de Anibal de Padua, los de Iaques Bus, de Ioseph Ascanij, de Claudio Merulo de Corregio, y los de Luzasco Luzazqui.