Samuel amado de Dios, no sale del templo dias, ni noches paresciendo se en esto a los religiosos que gozan de aquella bendicion que el espiritu sancto da por David a los que residen siempre en la casa de Dios ocupados en alabarle como sea assi que los otros instrumentos musicos si alguna vez entran en el templo a hazer este officio y reconocimiento, demas de venir por la mayor parte conducidos por precio, como jornaleros no lo hazen sino de cumplimiento y de passada y como indeuotos y profanos, y luego se van distraen a otras ocupaciones del siglo, entreteniendo gentes baldias: estragando la diuinidad y disminuye[n]do la dignidad de su arte.